miércoles, 6 de mayo de 2015

Las energías que nos movilizan


Probablemente si hay algún territorio en el universo que te ha sido adjudicado a ti, a ti y solo a ti, es el territorio de tu cuerpo. ¿Cuánta atención le prestas diariamente? ¿Te has dado cuenta que con el paso de los años tu cuerpo ha ido formando coherencia con tu forma de ser? Sí, como lo lees, tu cuerpo se comporta como piensas y sientes y de tanta recurrencia también olvida. En este artículo te comentamos algunas distinciones ontológicas que te permitirán reencontrarte con tu cuerpo y con las posibilidades de acción que él tiene guardadas para ti.

El cuerpo aprende por recurrencia y modelaje, así, vamos entrenándolo para que tenga disponibles ciertas acciones más fácilmente que otras. Por ejemplo, un cuerpo con tendencia más hacia adelante, se dispone a reaccionar más rápidamente que un cuerpo con tendencia hacia atrás, que tiene un eje distinto y se predispone más bien a recibir o acoger. El grado de contracción o expansión en nuestros movimientos también nos permite crear mundo, ya que impacta en nuestras relaciones con otras personas e influye en nuestros sentimientos.

Existen cuatro tipos de disposiciones corporales que nos predisponen a ciertos modos de ser, según las tengamos más o menos disponibles, puedes practicarlos según necesites disponer de ellos:



1. Disposición hacia abajo: El elemento arquetipo es la tierra. Puedes reconocerte si la postura corporal dominante es estática, el peso está repartido en toda la planta del pie, el centro de gravedad es bajo, igual que el tono de voz. 

La energía tierra te predispone a concretar, permanecer, organizar, ordenar, repetir el pasado. Y a la vez conlleva dificultad para cambiar, habitar la incertidumbre, innovar, soltar. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente tener, conservar, proteger y sostener.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos con dirección hacia abajo, movimientos reducidos y repetitivos.

2. Disposición hacia arriba: El elemento arquetipo es el aire. Puedes reconocerte si la postura corporal dominante es inquieta, con el peso repartido irregularmente en las plantas de los pies, tono de voz agudo.

La energía aire te predispone a innovar, crear, jugar, cambiar, a estar alegre. Y a la vez conlleva dificultad para permanecer, consolidar, ordenar, comprometerse, sostener. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente explorar, crear, cambiar, innovar, jugar, soñar.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos en dirección hacia arriba, movimientos discontinuos, dispares y asimétricos.

3. Disposición hacia atrás: El elemento arquetipo es el agua. Puedes reconocerte si la postura dominante es con el peso repartido de la mitad de la planta del pie hacia atrás, el volumen de voz y la mirada son suaves.

La energía agua te predispone a cooperar, ceder, conciliar, escuchar. Y a la vez pueden tener dificultad para decidir, liderar, arriesgar, exponerse e imponerse. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente sentir, abrir, acoger, esperar, escuchar.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos con dirección hacia atrás, movimientos sinuosos, delicados  y sutiles.

4. Disposición hacia adelante: El elemento arquetipo es el fuego. Puedes reconocerte si la postura dominante es activa, energética, con el peso repartido de centro del pie hacia adelante. El volumen de voz es fuerte. 

La energía fuego te predispone a tomar decisiones, dirigir, emprender, seducir. Y a la vez puede dificultarte escuchar, retroceder, acoger, detenerte. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente actuar, dominar, invadir, resolver, lograr.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos con dirección hacia adelante, explosivos y lineales como flechas.

Dado que el cuerpo aprende por repetición y recurrencia, deja de leer este texto y empieza a practicar. Por ejemplo, si necesitas aprender a escuchar y te cuesta, practica los movimientos de la energía agua; o si necesitas mejorar tu habilidad para tomar decisiones, practica los ejercicios de la energía fuego. Todas las posibilidades viven en ti, tan solo necesitas recordarlas y eso se puede hacer a través de tu cuerpo. ¡Te sorprenderás de los resultados!


1 comentario:

  1. El equilibrio espiritual es básico, si el artículo de las finanzas es excelente, esto complementa ello, a tomar conciencia y a captar energía para equilibrarnos.

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