martes, 19 de mayo de 2015

Haz que tus finanzas funcionen (de una buena vez)


Bien dicen que son los hábitos, y no los deseos, los que hacen la diferencia en nuestras finanzas. Si, y el primer paso para generar un hábito consiste en mantener pequeñas acciones por un período consistente de tiempo. Te aseguramos que si inviertes energía, enfoque y sobre todo auto-disciplina en las siguientes recomendaciones para el manejo de tu dinero, tus finanzas mejorarán notablemente.

Primero lo primero, requieres identificar cual es el monto que actualmente generas como ingreso mensual, por ejemplo, tu sueldo, y fijarte una meta sencilla y clara, esta puede ser "Duplicar mis ingresos en un año". Es importante que conectes emocionalmente con tu meta, pues son las emociones las que te impulsarán a actuar y sobre todo a mantenerte en los pasos que te llevarán a lograrla.

Lo que viene, una vez fijada la meta, es comprometerte a administrar tu dinero según las siguientes pautas, en la medida en la que seas riguroso o rigurosa con ellas, verás los resultados.

Divide tus ingresos en 6 partes:

1) Destina el 50% de tu ingreso fijo, para cubrir tu costo de vida. Como lo lees, vive con la mitad de lo que ganas. A veces ni siquiera requieres afectar tu calidad de vida, te sorprenderá ver los gastos innecesarios que solemos realizar y que se convierten en gastos hormiga que merman silenciosamente tus finanzas. Aplica tu creatividad para simplificar gastos y gastar lo justo.

2) Invierte el 10% en tu educación y formación en finanzas. Necesitarás prepararte para esto y créeme, esto no se aprende en la universidad, destina este dinero en adquirir libros, participar en conferencias, talleres, seminarios y cualquier espacio de educación y entrenamiento que te den herramientas para que tu mentalidad crezca.

3) Separa el 10% en ahorro para tu fondo de tranquilidad. Este fondo solo puede ser destinado para cubrir deudas contraídas con anterioridad, emergencias reales no presupuestadas y sobre todo, debería ser el fondo intocable que tengas como resguardo para tu tranquilidad en situaciones difíciles.

4) Invierte el 10% en activos que te generen ingresos pasivos. Inicialmente el principal activo será tu propia educación, para que puedas luego invertir inteligentemente en negocios o activos que te permitan ganar dinero aún cuando duermas. Invertir en activos es tan importante como ahorrar, hacerlo cada mes te permitirá ganar práctica y sitiar tu cerebro en este hábito fundamental en toda persona exitosa.

5) Destina el 10% en lujos. Si quieres acceder a un estilo de vida distinto al que te alcanza actualmente, necesitas reconocer aquellas experiencias hacia las que apuntas vivir. Invertir en experiencias, regalos y momentos de confort te enseñará a celebrar desde ya aquel estilo de vida que deseas tener. Este fondo se tiene que gastar cada mes si o si, no se vale guardarlo o destinarlo en otra necesidad. Invertir en esos pequeños gustitos que mereces te dará la confianza necesaria para continuar generando estos hábitos de prosperidad.

6) Invierte el 10% restante en causas que aporten a un mundo mejor. Si quieres un mundo mejor, sé tú ese cambio que quieres ver en el mundo, identifica una causa que te apasione y busca un medio para aportar en ella, puede ser caridad, pueden ser donaciones para organizaciones de derechos humanos, puede ser apoyo directo a una familia o persona que lo requiera, qué se yo, busca alguna causa en la que te gustaría colaborar y hazlo. Verás como te sientes gratificado o gratificada y cuanto mejor manejes tus finanzas, tu aporte será más contundente. Este aporte no es negociable, una ley de abundancia es que para recibir necesitas primero dar. Si te cuesta destinar dinero al principio, dona tu tiempo, pero hazte cargo. Lo agradecerás.

Finalmente, una regla de oro para el manejo de tus finanzas: Nunca gastes más de lo que ganas. Si deseas algo que tus ingresos aún no pueden cubrir, enfoca tu energía y creatividad para incrementar tus ingresos y poder pagarlo.

Aplicar estas sencillas pautas requiere disciplina e inteligencia emocional, en el camino de instalar estos hábitos, tu mentalidad crecerá junto a tus resultados financieros. 


¿Qué dices, te animas a accionar o sólo te quedarás pensando?


miércoles, 6 de mayo de 2015

Las energías que nos movilizan


Probablemente si hay algún territorio en el universo que te ha sido adjudicado a ti, a ti y solo a ti, es el territorio de tu cuerpo. ¿Cuánta atención le prestas diariamente? ¿Te has dado cuenta que con el paso de los años tu cuerpo ha ido formando coherencia con tu forma de ser? Sí, como lo lees, tu cuerpo se comporta como piensas y sientes y de tanta recurrencia también olvida. En este artículo te comentamos algunas distinciones ontológicas que te permitirán reencontrarte con tu cuerpo y con las posibilidades de acción que él tiene guardadas para ti.

El cuerpo aprende por recurrencia y modelaje, así, vamos entrenándolo para que tenga disponibles ciertas acciones más fácilmente que otras. Por ejemplo, un cuerpo con tendencia más hacia adelante, se dispone a reaccionar más rápidamente que un cuerpo con tendencia hacia atrás, que tiene un eje distinto y se predispone más bien a recibir o acoger. El grado de contracción o expansión en nuestros movimientos también nos permite crear mundo, ya que impacta en nuestras relaciones con otras personas e influye en nuestros sentimientos.

Existen cuatro tipos de disposiciones corporales que nos predisponen a ciertos modos de ser, según las tengamos más o menos disponibles, puedes practicarlos según necesites disponer de ellos:



1. Disposición hacia abajo: El elemento arquetipo es la tierra. Puedes reconocerte si la postura corporal dominante es estática, el peso está repartido en toda la planta del pie, el centro de gravedad es bajo, igual que el tono de voz. 

La energía tierra te predispone a concretar, permanecer, organizar, ordenar, repetir el pasado. Y a la vez conlleva dificultad para cambiar, habitar la incertidumbre, innovar, soltar. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente tener, conservar, proteger y sostener.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos con dirección hacia abajo, movimientos reducidos y repetitivos.

2. Disposición hacia arriba: El elemento arquetipo es el aire. Puedes reconocerte si la postura corporal dominante es inquieta, con el peso repartido irregularmente en las plantas de los pies, tono de voz agudo.

La energía aire te predispone a innovar, crear, jugar, cambiar, a estar alegre. Y a la vez conlleva dificultad para permanecer, consolidar, ordenar, comprometerse, sostener. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente explorar, crear, cambiar, innovar, jugar, soñar.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos en dirección hacia arriba, movimientos discontinuos, dispares y asimétricos.

3. Disposición hacia atrás: El elemento arquetipo es el agua. Puedes reconocerte si la postura dominante es con el peso repartido de la mitad de la planta del pie hacia atrás, el volumen de voz y la mirada son suaves.

La energía agua te predispone a cooperar, ceder, conciliar, escuchar. Y a la vez pueden tener dificultad para decidir, liderar, arriesgar, exponerse e imponerse. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente sentir, abrir, acoger, esperar, escuchar.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos con dirección hacia atrás, movimientos sinuosos, delicados  y sutiles.

4. Disposición hacia adelante: El elemento arquetipo es el fuego. Puedes reconocerte si la postura dominante es activa, energética, con el peso repartido de centro del pie hacia adelante. El volumen de voz es fuerte. 

La energía fuego te predispone a tomar decisiones, dirigir, emprender, seducir. Y a la vez puede dificultarte escuchar, retroceder, acoger, detenerte. Las personas que tienen esta disposición corporal dominante suelen buscar instintivamente actuar, dominar, invadir, resolver, lograr.

Puedes incorporar esta energía a tu ser practicando movimientos con dirección hacia adelante, explosivos y lineales como flechas.

Dado que el cuerpo aprende por repetición y recurrencia, deja de leer este texto y empieza a practicar. Por ejemplo, si necesitas aprender a escuchar y te cuesta, practica los movimientos de la energía agua; o si necesitas mejorar tu habilidad para tomar decisiones, practica los ejercicios de la energía fuego. Todas las posibilidades viven en ti, tan solo necesitas recordarlas y eso se puede hacer a través de tu cuerpo. ¡Te sorprenderás de los resultados!


martes, 5 de mayo de 2015

El arte de accionar con una actitud ganadora

Según Mario Alonso Puig, para lograr lo que anhelamos requerimos simplemente de enfoque, creatividad, pasión y visión. Sin embargo, ¿has notado que cada vez perdemos más la noción del “esfuerzo” asociado a lograr las cosas? Admitamos que cada vez buscamos que las cosas sean más fáciles y por tanto muchos de los resultados que anhelamos son solo sueños sin cumplir.

Se dice que para lograr nuestras metas se requiere de 1% de inspiración y 99% de transpiración. ¿Qué opinas tú? Te invitamos a presenciar esta entrevista que te inspirará a recuperar tu libertad interior, y revisar cual es la actitud que asumes frente a los desafíos de la vida. 

¡Disfrútala, inspírate y sobre todo...transpira!

Para ver el vídeo ingresa aquí

*Si quieres leer más de Mario Alonso Puig, ingresa aquí: http://www.marioalonsopuig.com/es